Durante el mes de junio, en el marco de nuestro programa formativo enfocado en el desarrollo de fortalezas del carácter, en nuestro colegio hemos reflexionado y trabajado activamente en torno a una cualidad esencial para la vida personal y comunitaria: el propósito.
Tener propósito significa mucho más que tener metas: es actuar con sentido, con una visión clara de lo que queremos alcanzar y un compromiso profundo con aquello que da significado a nuestras acciones. Es esa fuerza interior que nos impulsa a levantarnos cada día con determinación, que nos sostiene frente a las dificultades y que nos inspira a superarnos constantemente.
En las aulas, en los espacios de conversación y a través de distintas actividades, nuestros estudiantes han tenido la oportunidad de explorar el concepto de propósito desde distintas dimensiones: el propósito personal, ligado a los sueños y aspiraciones individuales; y el propósito colectivo, que nos conecta con el bien común, con nuestras comunidades y con el impacto positivo que podemos generar en el entorno.
Sabemos que cuando una persona actúa con propósito, lo que hace adquiere valor. Las decisiones se vuelven más conscientes, los esfuerzos más constantes, y el sentido de identidad se fortalece. Por eso, cultivar esta fortaleza en nuestros niños, niñas y jóvenes es parte central de nuestra misión como comunidad educativa.
Formar estudiantes con conciencia, sentido y dirección no solo los prepara para enfrentar con mayor seguridad los desafíos del futuro, sino que también los convierte en agentes de cambio, capaces de construir una sociedad más justa, humana y solidaria.
En este camino, cada paso que damos con propósito nos acerca más a la mejor versión de nosotros mismos. 🌱